
Desde mediados del mes de mayo y durante la primera quincena del mes de junio, decenas de niños de Castelldefels están recibiendo por primera vez a Jesús en la Eucaristía. Tras las restricciones que provocó la pandemia, vuelve la normalidad a las primeras comuniones, que este año recibirán más de sesenta niños de nuestra parroquia.
Tanto en la iglesia de Santa María como en la de Nuestra Señora de Montserrat, el equipo de catequistas, los responsables de los adornos florales, los grupos de música y los sacerdotes han hecho todo lo posible para que los niños y sus familias pudieran vivir gozosamente un acontecimiento tan grande.
«Ya no eres pan y vino. Ahora que eres cuerpo y sangre, vives en mí…» Esta ha sido, un año más, la canción de las comuniones, capaz de expresar con gran belleza y sensibilidad el misterio de la presencia sacramental de Jesús en la Eucaristía. Tras recibir por primera vez el Cuerpo y la Sangre de Cristo, los niños y sus familias la han hecho suya, así como las catequistas y toda la comunidad parroquial, con el deseo de que esa primera comunión sea la primera de muchas.
Desde la coordinación de la catequesis infantil en Santa María y Montserrat, la valoración que se hace del curso es positiva. El número de inscritos ha sido menor, pero el compromiso de las familias es más fuerte. Durante todo este año, además, se ha empezado a trabajar en el nuevo proyecto de catequesis infantil del Secretariado Interdiocesano de Catequesis, que apuesta por un acompañamiento más vivencial y orante, capaz de poner a los niños y sus familias en comunión estrecha con el Dios vivo.