
Somos un grupo de hombres y mujeres que queremos poner por obra las palabras del Señor («estaba enfermo y me visitasteis»). Es, además, una ocasión de amistad, de fraternidad, de compartir…
Tenemos la misión de visitar y ayudar a los enfermos, ancianos y personas limitadas de nuestra comunidad. Queremos que sientan que no están solos: que Cristo, a través de la comunidad parroquial, está a su lado, acompañándoles con un profundo respeto, de forma desinteresada y gratuita.

Nos reunimos una vez al mes (2º viernes de mes, a las 16:30)
para formarnos y hacer una puesta en común, comunicarnos las experiencias, y procurar renovarnos interiormente a través de la oración, desarrollando un ambiente donde se viva la fe y podamos ser Buena Noticia para los que sufren.
Nota
Las personas que deseen ser visitadas o quieran visitar a enfermos pueden llamar al teléfono: 93.665.12.90
Nuestro objetivo principal es escuchar y ayudar a las personas enfermas, ancianas o limitadas que viven en nuestra comunidad, bien se encuentren en los hospitales, residencias, o en sus casas particulares:
- acercándonos a ellos con profundo respeto y alegría, en actitud de servicio de forma desinteresada, con gestos más que con palabras…
- ayudándoles a afrontar su condición de enfermos y/o ancianos.
En definitiva, mostrando el amor de Cristo y la fe en el Reino de Dios, apoyándonos en la oración y la fuerza del Espíritu ;viviendo la esperanza cristiana y ayudando a que las legítimas esperanzas del enfermo no se frustren ;manifestando los frutos del Espíritu que son: «amor, alegría, paz, cercanía, tolerancia, agrado, generosidad, lealtad, sencillez, dominio de sí mismo» (Gal 5, 22-23).
QUÉ HACEMOS
- Averiguar quiénes son en la parroquia los enfermos más necesitados sean creyentes o no.
- Estudiar su situación, necesidades y problemas.Atenderles física, psíquica, social y religiosamente.
- Visitarles (normalmente los agentes de Pastoral van a visitarlos de dos en dos) periódicamente en sus domicilios o en las residencias.Hacer que el enfermo se encuentre unido a su comunidad en la cual participaba normalmente.
- Colaborar con el sector hospitalario (clínicas, hospitales, asociaciones, residencias…).
- Llevar la comunión a todos los miembros de la comunidad que por su limitación o enfermedad no pueden asistir a la Eucaristía y deseen recibirla. Potenciar el Sacramento de la Unción de los enfermos: sacramento que ayuda a vivir cristianamente la enfermedad.
- El Sacramento de la Unción de enfermos se celebra dentro de la Parroquia, a nivel comunitario (una vez al año, normalmente en junio), e individualmente: en el domicilio o en la misma parroquia según las necesidades de cada enfermo.
- Estar en contacto con la Delegación de Pastoral de la Salud. Formación y puesta en común.
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Como es una Pastoral de acompañamiento para ser voluntario se necesita:
- Tener disponibilidad.
- Ser capaz de una escucha paciente, acercándose al enfermo, intentando ponerse en su misma situación sin querer imponer una respuesta, una oración o quizás un sacramento. Toda persona tiene una profunda necesidad de ser oída y un don que podemos ofrecerle es la escucha y que él mismo con toda libertad encuentre la respuesta a todos sus interrogantes.
- Vivir con él sus sufrimientos, sus esperanzas y sus dolores. Ayudarle a caminar por este camino siempre desconocido y siempre sorprendente de la enfermedad y por él llegar al encuentro con Cristo Jesús.