Los niños tienen que asistir a catequesis de Primera Comunión dos años que se adaptan al calendario escolar por lo que si descontamos vacaciones y fiestas escolares y teniendo en cuenta que los niños asisten a catequesis una hora semanal es muy poco el tiempo que tenemos para trabajar con ellos en una misión tan importante como es el encuentro con Jesús a través de su Palabra y de los Sacramentos.
La inscripción de los niños tiene que hacerse el año que cumplen ocho años no pudiéndose hacer antes salvo en caso de que tengan un hermano un año mayor.
En nuestra parroquia cada año son aproximadamente 400 niños que se apuntan a catequesis para la Primera Comunión.
Actualmente se da catequesis en las iglesias de Santa María y Ntra. Sra. De Montserrat, donde disponemos de los medios y locales adecuados para ofrecer la catequesis parroquial a ese número tan elevado de niños.
Horarios:
Santa María | Primer Curso (3º Primaria) | Lunes o Martes | De 18 a 19h. |
Segundo Curso (4º Primaria) | Miércoles o Jueves | De 18 a 19h. | |
Ntra Sra. de Montserrat | Primer Curso (3º Primaria) | Lunes o Martes | De 17:30 a 18:30h. |
Segundo Curso (4º Primaria) | Miércoles o Jueves | De 17:30 a 18:30h. |
Llamamos catequesis de niños al proceso de crecimiento en la fe que abarca hasta los doce años, y que culmina cuando se han recibido los tres Sacramentos de iniciación; el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía.
Se inserta dentro del proceso de crecimiento del niño y sigue un itinerario que se articula a partir de tres etapas; el despertar a la fe, el iniciar a la vida cristiana y el personalizar la fe.
No es una enseñanza doctrinal que el niño “debe de aprender”, es un proceso de maduración de la fe y de incorporación progresiva a la comunidad.
Es una tarea que se inicia en casa en los primeros años del niño, los padres y familia son los primeros y principales catequistas, cuando el niño llega a la edad de recibir los Sacramentos del Perdón y la Eucaristía acuden a la parroquia donde encontraran la ayuda de los sacerdotes y la comunidad, personalizada en los catequistas, que les ayudan a que crezca una semilla. (Cfr. Mc.4, 1-9).