También en el año del coronavirus, como es habitual desde hace más de 30 veranos, se organizó la romería a la Virgen de Bruguers (Gavà) el 29 de julio.
Un buen grupo salió desde la iglesia de Santa María en coches y durante el trayecto de subida se rezó una parte del Rosario. Una vez en destino se rezaron los misterios de gozo alrededor de las capillitas exteriores que rodean la ermita y seguidamente se celebró la santa Misa en el interior. Luego se rezó el santo Rosario contemplando los misterios de gloria, las letanías y se cantó la Salve Regina.
La novedad de este año fue la cena al aire libre en la explanada situada ante la ermita, guardando las distancias, se prepararon sillas, mesas, manteles y comida para compartir la amistad con los participantes de cada año y con otros nuevos.
El entorno de la montaña, con unas vistas panorámicas al mar, la ermita del siglo XI, sus capillas esparcidas entre los árboles, la calma en la naturaleza y la unión del grupo en oración, invitaba a encontrarnos con la Virgen María.
Esta romería nos recuerda que no somos pobres huérfanos desamparados y que nuestra Madre nos protege y consuela en el camino. Esa certeza, hace que nos sintamos más abrazados y nos llena de confianza y alegría. Contamos con Ella, pues “La Virgen María intercede por toda la humanidad” (Papa Francisco).