
El pasado sábado 20 de noviembre, día de Cristo Rey, once personas de la parroquia de Castelldefels recibieron el sacramento de la confirmación de manos del obispo de la diócesis de Sant Feliu, monseñor Agustín Cortés. La celebración se realizó dentro del marco de la Misa solemne de Jesucristo Rey del Universo.
Acompañados por la catequista Anabel Monjardín y el párroco Mn. Juan Antonio Vargas, los confirmandos ocuparon las primeras filas del hermoso templo de Santa María. Les acompañaban sus familiares y los padrinos escogidos para caminar junto a ellos en esta nueva etapa, entre los que estaban dos catequistas y la coordinadora de Cáritas.
Con gran alegría, el resto de los feligreses ocupaba el resto de bancos. Elegantes y sonrientes, con la esperanza puesta en los nuevos apóstoles. En el altar, el conjunto de sacerdotes vestidos de blanco. El coro musical entonaba canciones de invocación al Espíritu Santo.
El obispo Agustín, con la sencillez que le caracteriza, resumió el significado de la confirmación con la pregunta: «¿Creo porque me lo han dicho o lo digo yo por mi cuenta?».
El sucesor de los apóstoles en la diócesis de Sant Feliu invitó a los confirmandos a confiar en la acción de Dios en sus vidas, dejando al Espíritu Santo habitar cómodo en sus corazones: «Yo os prometo que si el Espíritu Santo está cómodo en vosotros nada ni nadie os quitará la profunda felicidad».
Tras la homilía, los confirmandos proclamaron su Sí al Señor, encendieron sus velas, renovaron sus promesas del bautismo y recibieron la imposición de manos y crismación, señal del don del Espíritu Santo.
Durante la celebración algunos de los jóvenes participaron en las lecturas y fue especialmemte emotivo el momento de las peticiones.
Los nuevos confirmados son: Rita Pecoraro, Nerea Sotillo Sierra, Jorge Espinoza Bueno, Juan Carlos Torres Martínez, Helena Torres Domínguez, Mónica Sánchez Baldellou, Rodolfo Arnalte Poquet, Alejandra Rodríguez Núñez, Rocío del Pilar Soto Azañero, Eliana Milene Amaya Sandoval y Gonzalo Lozano Curado.
Llenos de paz y gozo, tras una intensa celebración, la despedida culminó con la consagración a Cristo Rey y la música siguió sonando durante las felicitaciones y fotografías con el obispo y sacerdotes, familiares y amigos.
Jenny Cather