
Estáis comprometidos activamente con diversas iniciativas parroquiales, sobre todo con la catequesis de jóvenes, Life Teen. ¿Es difícil transmitir a los jóvenes el mensaje del Evangelio, tan contracultural?
Colaboramos con Life Teen casi desde que llegamos a Castelldefels y ha sido una hermosa experiencia! Siempre decimos que nos ayuda a nosotros tanto como a los chicos. Sin embargo, si es un reto ya que la cultura de hoy en día nos hace vivir en una realidad tan rápida e inmediata que no nos invita a detenernos a penas y reflexionar sobre temas que son tan importantes y relevantes para nuestra alma. Si vemos la evolución que ha tenido el grupo y a pesar de las dificultades que vivimos ahora podemos decir que el grupo de los chicos capta los mensajes cada vez mejor, de manera más entusiasta y comprometida. Todos lo hacemos con mucho cariño y al final es el Espíritu Santo quien obra. Pachi se encarga principalmente de la música y así también le damos otra dimensión al grupo. Como dice san Agustín: quien canta ora dos veces.
Además de la catequesis, Nicole participa los domingos en la Oración de Madres. ¿Nos puedes explicar brevemente en qué consiste y qué aporta a tu vida de fe?
El grupo de Oración de Madres es un espacio donde mamás de todas las edades nos reunimos para orar por nuestros hijos y apoyarnos mutuamente con la oración. Es un espacio muy lindo porque lo dedicamos a orar especialmente por nuestros hijos, nietos, sobrinos… Nos reunimos los domingos después de la misa de 20.00 h. ¡Toda madre que lo desee está invitada a participar!
Pachi, por su parte, está comprometido con el ministerio de la música, acompañando, con la guitarra, siempre que puede, las adoraciones eucarísticas en Santa María y Montserrat. ¿Crees que la música es un medio privilegiado para crecer en la fe?
Sí, totalmente. Pienso que por medio de la música se puede llegar a transmitir la fe. Es un complemento que me aporta tanto a mi como a la gente que le escucha. Creo que también ayuda en la adoración a rezar y a conectarse más con Dios en ese momento tan especial.
Hace unos meses, participasteis en el retiro de matrimonios del Proyecto Amor Conyugal. ¿Qué ha significado para vuestra vida de familia?
Fue un espacio muy especial para compartir en pareja y que lo recomendamos totalmente a todos los matrimonios. Es una buena oportunidad para salir de la rutina y tener un tiempo y espacio únicamente para los dos, dejando de lado el día a día. Aprendimos a mirarnos y a mirar a nuestro matrimonio como Dios lo creó y quisiera que fuera. ¡Lo recomendamos a cualquier pareja, de cualquier edad y sin importar los años de matrimonio que lleven… e incluso hay un retiro pre matrimonial!
La vocación matrimonial es un don precioso, pero al mismo tiempo una responsabilidad y una misión muy grande, no exenta de dificultades y pruebas.
La comunicación en el amor lo vence todo. Por eso es tan importante construir en el día a día una base sólida para los momentos de dificultad. Una base asentada no solo sobre el diálogo de pareja, sino también y sobre todo en el diálogo con Dios. El es la fuente primera de nuestro amor conyugal. Él es la roca sobre la que queremos construir nuestra alianza matrimonial. En este sentido, a medida que hemos ido creciendo en la fe, hemos descubierto que la oración —sobre todo en el contexto de la adoración eucarística— es un pilar fundamental de nuestro matrimonio.